Hay momentos que se fijan en la memoria como derrotero para alcanzar una meta. La última década de la ciudad donde resido, Barranquilla, al norte de Colombia, ha segado sin miedo ni excusas la indiferencia, la desesperanza y el desapego hacia el terruño.

Con el sobrevuelo del gavilán caracolero, un ave que recorre la región Caribe colombiana, en especial el curso del Río Magdalena, se muestran imágenes de Barranquilla hoy, las que nos obsequian desde otra perspectiva todo lo que ha pasado durante los últimos 10 años para bien de la ciudad. Al ver las fotos, como lo hacen las aves, desde lo alto, nos apropiamos de una visión diferente a las postales que por años han acompañado a la ciudad.

Es una muestra de cómo se recobró la confianza en la ciudad, su gente y se sentaron las bases para soñar con un mejor futuro con inversiones en cultura, deporte, escenarios, medio ambiente e iniciar una identificación con el Río Magdalena. Todos son presentados con el registro de las publicaciones de El Heraldo, imágenes, infografías y datos que demuestran los esfuerzos por transformar y dar mejor rumbo a la ciudad. Este libro ofrece una vista como las de los monoculares que encontramos en el Gran Malecón, un horizonte conectado con la ubicación geográfica de Barranquilla y amplio para soñar con un futuro digno de una ciudad pionera.
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